18.2.07

si te viera llegar

SON LAS 23:24 SEGÚN EL RELOJ DEL TELÉFONO

Quisiera que vinieras a buscarme como en esos cuentos de hadas donde llega el príncipe azul en su caballo blanco, pero en este caso no es azul...es un caballero gris y no tiene un caballo blanco, solo tiene un pase escolar con una sonrisa en la cara y mas todavía cuando me ves salir de la puerta de control hacia tus brazos, que están ahí esperándome con ansias, cuando al fin logro salir del trabajo ( mi ultimo tope es la puerta de control) te acercas lentamente hacia mi, y yo me acerco lentamente hacia ti, cuando logramos estar a solo unos centímetros uno del otro, agarras mi mano y la besas, luego la levantas y pones mi mano alrededor de tu cuello, me quedo abrazándote, en las puntillas me acerco a tu rostro y te doy un dulce beso en la mejilla, cuando acabe ese beso me alejare y ambos nos acercaremos a regalarnos un dulce besos en los labios, Simple pero con pasión, luego de ese beso vuelvo a mi posición normal, bajando el brazo, y tomas mi mano y nos vamos de mi trabajo, subimos la rampla y nos vamos caminando hasta la esquina de Vitacura con tajamar y seguimos bajando por tajamar, llegaríamos a la costanera y vamos caminando tranquilamente nadie nos apura estamos tan tranquilos uno con el otro que no decimos absolutamente nada...excepto un te extrañe...

Caminaríamos un rato por Santa María… llegaríamos a un lugar escondido donde hay una trattoria e iríamos a comer… es calurosa esa trattoria pero nos encanta comer ahí, es tranquillo y muy callado… cuando terminemos de comer nos vamos y seguimos caminando… sin rumbo fijo, pasamos por Bellavista y cuando llegamos al cerro nos quedamos al pie de el, acostados en un pedacito de pasto, acurrucados, como si no existiera nadie más… se esta haciendo tarde… han pasado un par de horas pero apenas hemos hablado… cuando te dieras cuenta del frió que siento me abrazas y me dices …vamos? Asiento con la cabeza… caminamos rumbo a mi casa, como es de costumbre, entramos y nos acurrucamos en el sillón, donde solemos sucumbir antes los encantos del sofá, pero esta vez todo es distinto, acurrucados en el sillón sin decir una sola palabra, nos quedamos dormidos.

Al otro día cuando despertamos nos damos cuenta de lo sucedido, ahora nos salen las palabras, es sábado y no tengo que trabajar ni tampoco ir a la universidad pero si tengo que ordenar la casa… me ayudas no tienes problema pero ahí, cuando nos levantamos para ir a desayunar, nos damos cuenta del desorden que hay, como he estado trabajando la semana completa y unos exámenes en la universidad, no había tenido tiempo de ordenar, nos miramos como diciendo, lo hacemos antes o después de… decidimos ordenar después de…

En el despelote que había en la habitación lo único impecable era la cama…no estaba impecablemente hecha, solo estirada pero se veía impecable comparado con el resto de la casa, entre besos y caricias nos acostamos en la cama y comenzó esa orquesta de respiros, quejidos y gritos ahogados… besos en el cuello caricias en todas partes, de a poco el ambiente se va calentando, la ropa se va aflojando, todo el ambiente cambia, los besos comienzan en las piernas y van recorriendo lentamente un camino hacia un norte desconocido, cuando llega a mis muslos sube cada vez mas lento, se va hacia la parte interior de mi cuerpo, su lengua juega con mi clítoris, casi no puedo aguatar el placer, mas! Pido entre dientes... y tu cumples todo lo que yo digo. El placer es agobiante, desconcertante y adictivo, al ver el placer que me provocas te excita aun más, en un momento al borde del orgasmo paras, pero por que? -Preguntó- por que quiero dejar para después –dices- estas loco!?!? Termina lo que empezaste!. Ahí mi lado masoquista hizo efecto, tu como un niño castigado cumple su castigo, sigues tu trabajo, y mi delirio es astronómico hasta que llego al fin... aparece este orgasmo que me deja tiritando en la cama, pasan unos minutos, cuando se me pasa un poco el placer, me incorporo en la cama... te miro con una mirada dulce -hace tiempo no me hacías sentir así...- te digo, y tu con una sonrisa en la cara,-... pero esto no ha acabado- agrego, y tu me miras entre sorprendido y extasiado,me acerco a tu dandote unos besos en las mejillas, en el cuello, en tu pecho, en tus pezones donde me demoro, me tomo todo el tiempo del mundo... te encanta cuando juego con tus pezones... luego sigo bajando en tu estomago unos besos muy suaves casi rozándote la piel, cuando llego a tu adorada púa digo con voz de niña mala “este es un dulce?” no dices nada, yo sigo con mi voz de niña pequeña digo -parece un helado de frutas, y yo que tengo tanto calor... puedo comer?- te lo lamo como un helado que lentamente se derrite juego lentamente con el pero tu me pides más rápido, pero yo soy mas mala y mantengo el ritmo, hasta que me dices otra vez más rápido! Y ahí comencé a cambiar el ritmo, habrían pasado unos minutos y yo paro, me levanto de esa posición y me pongo a tu costado a lado de la cama me monto encima de ti, sin penetrarme... todavía, nos besamos y acariciamos suavemente haciendo que el preámbulo sea más excitante todavía, ya no lo soportaba más necesitaba tenerte dentro de mí, en un movimiento casi de memoria, agarre tu miembro y lo puse en la puerta de mi placer, lo único que tenias que hacer era empujar, y eso hiciste, hasta el fondo, un grito entre ahogado y placer salió de mis labios, y eso te excito mucho mas, lo sentía dentro mío, luego empezaron los movimientos primero “normales” de mi parte, pero luego tu comenzaste a moverte hacia los lados y yo hacia arriba y abajo, fue algo espectacular, mis gemidos eran cada vez mas poderosos, mas! -te pedía- mas fuerte!... seguimos así un buen tiempo, se cuanto, pero lo suficiente para saber que tenias que cambiar posición, primero fuiste tu el esclavo ahora me tocaba a mi, te montaste encima mío, como un potro se monta a un yegua, y comenzaste a moverte, yo no podía hacer mucho, pero lo poco que hacia te volvía loco, primero crucé las piernas en tu cuerpo casi dejándote inmóvil pero con el suficiente espacio para que no nos detuviéramos por completo, y luego me dijiste apriétate!, obedecí pero tu quedaste impresionado con la presión que hice, soltaste un quejido que me sonó entre impresionado, sorprendido y excitado. Seguimos así otro rato no se cuanto, cuando estas así de ocupado el tiempo corre en forma distinta, cambiamos posición, pero esta vez estaba demasiado cansada para probar algo muy extravagante, me coloque de lado y tu te posicionaste detrás mío, lentamente me penetraste y mi pierna inconscientemente fue estirándose hacia atrás, hacia tu cuerpo desnudo, junto al mío, tu afirmaste mi pierna de manera que no molestara en los movimientos y para que te diera firmeza al moverte, cuando hacia pasado otro rato, ya nos estábamos cansando de tanto follar, solo con miradas decidimos que era hora de terminarlo, y terminarlo bien, cambio el ritmo, sentía como si fuera a explotar, los dos estábamos así, era algo exquisito, un placer que no podría contenerlo más, me apreté un poco, y ahí no lo soporte mas, una sensación de placer recorría mi cuerpo, y tu lo sabias, pero no habías terminado, faltabas tu, solo unos momentos depuse sentí tu néctar en mi cuerpo, un suspiro demuestra lo cansados que estamos, nos quedamos abrazados ahí en la misma posición, sin movernos un centímetro.

Nos vamos a la ducha juntos, acariciándonos y besándonos con la mayor dulsura que puede haber entre 2 personas, salimos nos vestimos y me ayudas a ordenar el desorden de mi casa, cuando esta todo listo nos decidimos a comer algo, estábamos decidiendo cuando me llaman por teléfono, la señora Suárez de la habitación 310, pidiendo una Créme Brulée, todo había sido una simple fantasía de mi mente...

AHORA EL RELOJ DEL TELÉFONO MARCA LAS 00:50, debería tener todo listo para irme a casa...

No hay comentarios.: